Thursday, April 10, 2014

¡Entonces Deje El Ministerio!

"El gozo es el asunto más serio del cielo."
C.S. Lewis

Tengo un amigo que es decano en un seminario teológico donde se capacita a hombres y mujer es para que sean pastores. A veces llama a alguna de esas personas a su oficina y les dice algo así como:
«Usted ha estado por aquí durante varios meses ya, y yo he tenido la oportunidad de observarlo. Tiene buenas calificaciones, parece tomarse su llamado al ministerio en serio, trabaja arduamente y tiene objetivos claros. Pero no vislumbro ningún gozo. No parece disfrutar lo que está haciendo. Y me pregunto si no debería reconsiderar su llamado al ministerio. Por que si un pastor no está en contacto con el gozo, le será muy difícil enseñar o predicar de manera convincente que las nuevas son realmente buenas. Si usted no puede comunicar su alegría por medio de su conducta, sus gestos y sus palabras, no será un testigo auténtico de Jesucristo. Es esencial para su trabajo que usted se deleite en lo que Dios está haciendo.»

*Tomado de "Una Obediencia Larga En La Misma Dirección"

Cortesía de Editorial Patmos
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Thursday, January 9, 2014

La Diferencia Es Clara

"Esos que piensan que pueden lograrlo por ellos mismos terminan obsesionados con medir sus músculos morales pero nunca llegan al punto de ponerlo en acción en la vida real. Más aquellos que confían en la acción de Dios en ellos se dan cuenta que el Espíritu de Dios está en ellos- ¡viven y respiran a Dios! Obsesionarnos con el yo es una calle sin salida; pero ponerle atención a Dios nos lleva a una vida libre y espaciosa, a espacios libres. Enfocarse en el ego es lo contrario a enfocarse en Dios. Todo el que está totalmente absorbido por él mismo ignora a Dios, termina pensando  más en sí mismo que en Dios. Esa persona ignora lo que Dios es y qué está haciendo."
Romanos 8:5-8 (The Message - Una Paráfrasis de Eugene Peterson)
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Tuesday, January 7, 2014

Cada Detalle De La Escritura Vale La Pena

El vasto y amplio mundo que abarca la revelación, a lo cual nuestra espiritualidad da testimonio, está en forma narrativa y puede deformarse cuando se aísla o se le da una interpretación privada. Cuando aislamos o disecamos la Escritura como a un espécimen de laboratorio oscurecemos la forma que ella tiene. Cada detalle en la Escritura vale la pena escudriñar; jamás se desperdiciará la atención prestada al estudio minucioso de la Escritura. Pero cuando la objetividad impersonal del técnico de laboratorio reemplaza al lector lleno de adoración y amor, terminamos con archivos llenos de información, organizados conforme a nuestra conveniencia del momento. Deja de funcionar como la revelación para nuestras vidas. En nuestro tiempo hay demasiadas corrientes espirituales, propio de nuestra era tecnológica, que están obsesionadas con la técnica. Si las Escrituras cristianas son consideradas simplemente como otra herramienta más, una iluminación o un portal de conocimiento que da poder, se ha cometido un sacrilegio. Además también se oscurece cuando interpretamos la escritura de forma privada, utilizándola para lo que deseamos llamar “inspiración”. Las Sagradas Escrituras tienen la particularidad de invadir la privacidad personal.

La Escritura nos ordena, bendice, reprende y consuela en una forma personal. De manera personal somos ordenados y bendecidos, reprendidos y consolados, advertidos y guiados. No obstante, personal no es lo mismo que privado. La privacidad es posesiva y aislante. La privacidad es aquello que se extrae del bien común para el control, uso y placer individual; es robar. Cuando privatizamos las Escrituras cometemos un defalco a la divisa común de la revelación de Dios. No obstante, la Escritura jamás hace esto, la revelación nos extrae de nosotros mismos, fuera de nuestras individualidades resguardadas con ferocidad, y nos traslada al mundo de la responsabilidad, la comunidad y la salvación, la Soberanía de Dios. El “Reino” es la metáfora principal para esto.

*Tomado de "Cómete Este Libro"

Gracias a Editorial Patmos
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Monday, December 23, 2013

Desde Un Lugar Oscuro En Belén

El nacimiento de Jesús fue un acontecimiento tranquilo, alejado del público. Los únicos que estaban presentes eran sus padres, unos pocos pastores, algunos eruditos religiosos que estaban de visita (los famosos magos) y unos cuantos animales de granja. Solemos agregarle algunos detalles hogareños a ese nacimiento y lugar tan oscuros. Esto penetra nuestra mente y nos divertimos en nuestra casa y nuestras iglesias con miles de variaciones personales. Nos encanta recordar ese nacimiento. Continuamos adornándolo con afectuosos detalles y canciones.

Pero la sepultura de Herodes no fue oscura ni tranquila. Y, por cierto, no fue afectuosa. El lugar de su tumba se alzaba por encima del desierto llano: era una montaña construida por Herodes. Cerca de allí, había una modesta colina natural, pero nada se acercaba al tamaño que requería Herodes. De modo que hizo que construyeran una montaña cada vez más alta, con tierra y rocas, para que se alzara sobre el horizonte del desierto, con su palacio construido en la cima: una asombrosa obra arquitectónica, increíblemente elegante. Herodes no tenía ninguna intención de desaparecer en su tumba después de muerto para caer en el olvido. Este lugar de sepultura era esplendoroso, diseñado con la intención de mantener a la gente consciente e impresionada por su poder e importancia y fama para siempre. Y la gente continúa yendo e impresionándose, pero son pocos los que lo hacen en comparación con los que van a Belén y adoran.

Desde el monte de los Olivos, una milla al este de Jerusalén, mirando hacia el sur, el castillo donde se encuentra sepultado Herodes, Herodión, se destaca aún sobre el horizonte, mientras que la cueva donde nació Jesús está oscurecida por el gran edificio de la iglesia que la rodea. Pero nadie adora en Herodión. El entierro de Herodes fue algo fastuoso, con miles de personas en la procesión. Durante los últimos años de su vida, su inclinación hacia la crueldad se había acrecentado más y más. Se había convertido en un monstruo, odiado por todos, que masacraba por capricho. Las ejecuciones se h†abían convertido en una rutina. Dos veces, habiéndose alejado por razones de negocios políticos de cierta peligrosidad, hizo arreglos con un confidente para que, si él no volvía, matara a su esposa favorita, Mariamne (él tenía diez esposas). No podía soportar la idea de que algún otro hombre la poseyera. Estaba profundamente enamorado de ella, pero era una clase de amor típicamente herodiano: amor a un objeto, no una persona. Ambas veces regresó sano y salvo, de modo que no se tuvo que concretar el asesinato. También mató a su tío José, su suegra Alejandra y tres de sus hijos: Aristóbulo, Alejandro y Antípatro. La famosa ocurrencia de César Augusto en Roma, quien era un amigo personal de Herodes, hubiera servido como un epitafio apto para su tumba: “Yo preferiría ser el cerdo de Herodes antes que su hijo”. Herodes sabía que a su muerte se realizarían celebraciones por toda la región. Cuando murió hubo mucha pompa, pero no hubo lágrimas.

La cueva en Belén y la fortaleza palaciega de Herodión contrastan las dos maneras de vivir en el mundo. Aún hoy permanecen con nosotros: el camino de Jesús y el camino de Herodes.
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Thursday, December 19, 2013

¿Reino De Dios y Herramientas Del Diablo?

La gran debilidad de la espiritualidad [actual] es que trata absolutamente sobre nosotros: cómo satisfacer nuestro potencial, cómo formar parte de las bendiciones de Dios, cómo expandir nuestra influencia, cómo descubrir nuestros dones, cómo controlar los principios mediante los cuales podemos ganarle de mano a la competencia. Y cuanto más hay de nosotros, menos hay de Dios.

Es verdad que, tarde o temprano en esta vida nos invitan o nos ordenan hacer algo. Pero en el hacer, jamás nos convertimos en el sujeto de la vida cristiana, ni llevamos a cabo la acción de la vida cristiana. A lo que se nos invita o lo que se nos ordena hacer es lo que deseo llamar participación preposicional. Las preposiciones que nos unen a Dios y su acción en nosotros y en el mundo el con, el en, el de nuestra parte son muy importantes, pero son esencialmente un asunto de la manera y los medios de formar parte y participar en lo que Dios está haciendo.

Esta manera y estos medios son el segundo elemento básico de la vida cristiana y también se oponen a la mayoría de las cosas en [la época en que vivimos]. La manera y los medios tienen que ser apropiados para los fines que sirven. No podemos participar en la obra de Dios y luego insistir en hacer las cosas a nuestra manera. No podemos participar en la construcción del reino de Dios y luego utilizar los métodos y herramientas del diablo. Cristo es el camino, así como la verdad y la vida. Cuando no lo hacemos a su manera, confundimos la verdad y desperdiciamos la vida.
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Monday, December 16, 2013

¿Y Si Cambiamos de Dirección?

“Arrepentirse” es una palabra de acción: un cambio de dirección. Vamos en la dirección equivocada, pensando lo incorrecto, imaginando todo al revés. Lo primero que hacemos cuando comenzamos nuestra vida en la comunidad es dejar de hacer lo que estábamos haciendo. Fuera lo que fuera, probablemente era lo incorrecto, no importa cuánto nos esforzáramos, no importa cuán bien intencionado fuera. Prácticamente todo lo pertinente a la forma de vida que tenemos nos ha llevado a pensar que estamos a cargo de nuestra vida, que somos la medida de todas las cosas, que todo depende de nosotros. Estamos transitando un camino ancho, pavimentado con buenas intenciones, organizado expertamente con la más novedosa tecnología para llevarnos a donde alguien nos dijo que deseamos ir, y deseamos llegar allí con el menor inconveniente, de la manera más rápida y eficiente. Es un camino con mucho tráfico, ruidoso y contaminado, con muchos accidentes y muertes. Pero nos lleva a donde se nos ha dicho que deseamos ir, de modo que lo soportamos todo.

Y luego viene la palabra del bautismo: arrepiéntanse. Vuélvanse. Cambien su manera de pensar, su manera de imaginar. Dejen atrás el ruido, la contaminación, el desorden, la eficiencia que despersonaliza, el apuro aportado por la tecnología. Tan sólo digan un no rotundo, autoritario, innegociable. Estamos en suelo santo y necesitamos protegerlo de pisotones profanos.

La manera en que comenzamos la vida de resurrección no es agregando algo a nuestra vida sino renunciando a la vida frenética del yo, limpiando el caos cultural y religioso, volviéndole la espalda a lo que comúnmente resumimos como “el mundo, la carne y el diablo”.

Y luego seguir. Seguir a Jesús. Seguir a Jesús es el sí del bautismo que viene tras del no. Hemos renunciado a la iniciativa y asumido la obediencia. Hemos renunciado a las afirmaciones clamorosas para escuchar en silencio. Observamos cómo trabaja Jesús, escuchamos sus palabras, lo acompañamos cuando inicia nuevas relaciones y se dirige a lugares extraños y personas raras. El estar en su compañía, observando lo que hace y escuchando lo que dice desarrolla en nosotros una vida que le responde a Dios, una vida de respuesta a Dios, lo cual equivale a una vida de oración. Porque seguir a Jesús no es una marcha robótica, cerrada, en una sola hilera detrás de Jesús. El seguirlo se mete adentro de nosotros, lo interiorizamos, se introduce en nuestros músculos y nervios: se convierte en oración.
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Wednesday, December 4, 2013

Seguros En Dios

Debemos vivir no según nuestros sentimientos por Dios sino por los hechos de Dios. Me niego a creer en mis depresiones; escojo creer en Dios. Si me fracturo la pierna, eso no me hace ser menos. Mi esposa y mis hijos no me repudian. De la misma manera, cuando se fractura mi fe o se lastiman mis sentimientos, Dios no me abandona ni me rechaza.

Mis sentimientos son importantes para muchas cosas. Son esenciales y valiosos. Me mantienen consciente de gran parte de lo que es real y verdadero. Pero no me dicen casi nada acerca de Dios y mi relación con él. Mi seguridad proviene de quién es Dios, no de cómo me siento. El discipulado es la decisión de vivir de acuerdo a lo que sé acer ca de Dios, no de acuerdo a cómo me siento con respecto a él, o a mí, o a mis semejantes. «Como rodean las colinas a Jerusalén, así rodea el Señor a su pueblo.» La imagen que anuncia la existencia fiable, inmutable, innegable y segura del pueblo de Dios proviene de la geología, y no de la psicología.

*Tomado de "Una Obediencia Larga En La Misma Dirección"
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